Parque muerte de Fernando Lalana

Sentada en el trabajo en la sala de biblioteca para niños vi un libro que me llamó la atención. No sólo el título era llamativo, sino que además venía abalado por el Premio de Narrativa Edebé Infantil del año 2012. 

El argumento es ingenioso y en tema gótico. En pleno siglo XXI los parques temáticos han pasado a la historia. Las personas no están dispuestas a pagar grandes sumas de dinero para estar en lugares en los que todo es una imitación de la realidad. 

En ese momento, una multinacional de armas española decide abrir un parque, ante la sorpresa de todo el mundo. La base para abordar una empresa tan arriesgada son las palabras del señor Eufemiano Cordiales, miembro de la junta directiva de la fábrica sobre la fascinación que la muerte ejerce sobre los niños y los jóvenes: "¡La muerte les atrae como un imán! La muerte y todo lo que tenga que ver con ella: los cementerios, los vampiros, los zombis, los crímenes, las funerarias, los ataudes crujientes las autopsias... ¡Se van a volver locos con nuestro parque!"

 Las palabras del señor Cordiales son proféticas y el Parque Muerte comienza a funcionar con gran éxito. Al cabo de un año de su apertura, Lola Andrade, una detective privada, recibe una llamada de la encargada de seguridad del Parque porque tienen un problema: desde los seis últimos meses todos los días se producen suicidios en el parque temático. A esto se une otro hecho muy enigmático: desde que ha empezado la ola de suicidios en el parque, no se ha producido ninguno en el resto de España. Lola se traslada a Gerona, donde está ubicado el parque, para tratar de resolver el misterio. 

Sin embargo, el destino se encargará de complicar sus investigaciones cuando una noche se encuentre con la muerte, un hombre muy atractivo, y ambos sean presa de una atracción fatal. Muerte, suicidio, tensión, ingenio y mucho sentido del humor se alternan en este libro en el que sólo encuentro un problema: el destinatario. Según la editorial es una obra apropiada para niños desde once años. El tema es delicado y puede que el sentido del humor con el que el autor aborde un tema tan serio no consiga aligerar la tensión y el clima de miedo y misterio que preside la novela.